“Lloren los tarcos su carne de cielo en la tumba celada por dos guerrilleros arcángeles negros. Fuegos nocturnos levanten el árbol del humo en la noche, al aire cumbreño y el ámbito libre que amó entre naranjos de nieve estrellada, la vida del héroe…” Los versos de Jaime Dávalos merodearán tal vez el viento del 17 de junio, cuando se cumplan dos siglos de la muerte de Martín Miguel de Güemes. El prócer que frustró varios intentos de invasión del Ejército realista, será homenajeado con una cabalgata que partirá el 16 de abril, desde Buenos Aires a Salta y en la que participará el arquitecto tucumano Eduardo Torinetto, de 45 años, ferviente amante de los caballos.
- ¿Cómo nace su romance con los caballos? ¿Participa habitualmente de concursos? ¿Cuáles son los equinos que más le gustan?
- Soy arquitecto, actualmente vengo realizando diversos proyectos privados y propios, tanto en Tucumán como en la provincia de Salta. Mi romance con los caballos comienza desde muy chico, inculcado por mi padre, fanático de los caballos de toda clase y raza, y es así que desde pequeño ya montaba y disfrutaba de este noble animal. Eso me llevó siempre a estar conectado con el caballo, primero por el lado de las agrupaciones gauchas, cuyo primer estandarte fue el de Manuel Belgrano y luego el de la agrupación Gregorio Aráoz de La Madrid, en la cual hasta el día de hoy tengo grandes amigos. Mis inicios en esta agrupación tradicionalista fueron a los 14 años, siempre vinculado a las actividades que se desarrollaban y como gran apasionado del caballo. Además comencé a jugar al pato y a incursionar en distintas razas equinas, que me llevaron a ser hoy un fanático del peruano de paso. En los últimos siete años, participé activamente de dicha asociación como socio y permanente expositor de caballos en todo concurso regional, departamental o nacional a lo largo y ancho del país. Actualmente tengo un plantel activo de ocho caballos en training y preparación junto a mi socio y amigo en esta actividad.
- ¿Cómo surge su participación en esta cabalgata a Güemes?
- Surge por la invitación de mi gran amigo salteño Boti Lecuona. En 2016, él viajó desde Salta a Tucumán con un grupo de gauchos salteños para festejar junto a nosotros la gran fiesta del Bicentenario, y ya en esa época me propuso integrar el grupo que marcharía desde Buenos Aires a Salta para homenajear al general Güemes en el bicentenario de su muerte. Con cuatro años de preparación, hoy ya estamos a menos de un mes de esa partida. Considero mi participación en ella un homenaje a Salta, provincia que hoy forma parte de mi vida en forma activa, ya sea por mi familia, por mis amigos y por mi trabajo, sobre todo un tributo a ese pueblo que tanto admiro por cómo conserva y defiende sus tradiciones, valores y costumbres. Seré el único representante en este evento de mi Tucumán querido.
- ¿Qué características tendrá? ¿Cuántos jinetes participarán? ¿De dónde arranca? ¿Irán por la ruta 9 o por otro camino?
- El viaje durará aproximadamente 60 días, entre descansos, actos protocolares y charlas. Somos 17 personas las que marcharemos y contamos con un grupo de familiares y de amigos que nos seguirán en vehículos como apoyo logístico. Marcharemos en compañía de la Virgen del Milagro y de la Virgen de Luján, montadas sus imágenes en sendos caballos preparados especialmente para eso. Una vez en Tucumán, por primera vez en la historia, juntaremos esas imágenes marchantes con nuestra querida Virgen de la Merced. El viaje arrancará el 16 de abril por diferentes rutas y caminos internos y llegaremos a Salta el 6 de junio para los actos protocolares en el Cerro de la Cruz, donde agonizó el general Güemes. Se cabalgará seis o siete horas por día y cada cuatro jornadas se descansará uno o dos días, dependiendo de la zona y de los lugares más propicios para la recuperación de los caballos.
- ¿Cuáles son sus expectativas? ¿Participó antes en otras cabalgatas, como el cruce a los Andes, por ejemplo? ¿Cómo fueron esas experiencias?
- Participé en variadas y numerosas cabalgatas, como el cruce de los Andes a lomo de mula, saliendo desde Mendoza hasta el límite con Chile; y recorrí a caballo el valle de Ollantaytambo en Perú. Sin embargo, nunca antes estuve en una cabalgata de estas dimensiones, es un gran desafío personal, como para los caballos que me acompañarán, los cuales llevan meses de preparación para este evento.
- ¿Por qué le atrae la figura de Güemes? ¿Qué tan importante fue en nuestro proceso independentista?
- Sin duda, Güemes fue uno de los caudillos más importantes del norte, admiro la capacidad de liderazgo que tuvo en ese momento y la defensa de sus principios, y sobre todo su ideología de lucha y liberación de nuestra nación.
- ¿Sus caballos tienen nombre de próceres?
- No, supe montar un caballo de nombre Gregorio, perteneciente a la agrupación Aráoz de La Madrid. Hoy, los nombres de mis caballos son puestos de acuerdo con su condición, color, tamaño, pelaje, y hasta el clima del día en que nacieron; tengo un caballo, el cual se llama como un pequeño homenaje a mi padre y será uno de los que me acompañarán en esta larga marcha. Su nombre es Kiketo (Kike era el apodo de mi padre y To, la primera sílaba de mi apellido). Estoy seguro de que desde arriba él nos cuidará junto a mi madre, mis abuelos y todos los amigos que hoy no me acompañan y tenían este mismo fanatismo y gusto por los caballos.
- En 2024 se cumplen 200 años de la muerte de Bernabé Aráoz, ¿cree que se podría hacer una cabalgata para homenajearlo?
- Sin duda, sería un evento acorde con la fecha una cabalgata en memoria de este militar y político tucumano, tan representativo para nuestra provincia.